CRÓNICA SOBRE LA ACAMPADA

de jóvenes musulmanes a la Sierra de Grazalema

26 Oct de 2017

El pasado fin de semana un grupo de jóvenes musulmanes de entre 11 y 16 años procedentes de las ciudades de Granada y Sevilla, acompañados por algunos adultos, hicieron un viaje a la Sierra de Grazalema, en la provincia de Cádiz. La actividad fue promovida y organizada por la Fundación Mezquita de Sevilla y la Fundación Educativa Al Andalus.

Esta acampada juvenil tuvo lugar en el camping Los Linares, ubicado a las afueras del pueblo de Benamahoma (del árabe: Ibn Muhammad), dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema. Un enclave precioso inmerso en el corazón de la montaña y rodeado de naturaleza.

El viernes por la tarde, tras el salat del Yumua, tanto los participantes de Sevilla como los de Granada, nos pusimos en marcha rumbo a Benamahoma. Llegamos al camping un poco antes de la hora de magrib y apenas nos dio tiempo a hacer los saludos pertinentes, distribuir las tiendas de campaña y montarlas antes de que comenzase a oscurecer e hiciésemos el salat. Se percibía entre los jóvenes y en aquel lugar lejos de las luces, el ruido y los aparatos tecnológicos de las ciudades, un ambiente cargado de alegría, entusiasmo y cierta excitación entre los más jóvenes causada por esa sensación de pasar la noche en un saco de dormir junto a otros tres muchachos de tu misma edad, en una tienda de campaña en la montaña y bajo las estrellas.

El sábado por la mañana amanecimos temprano, hacía un día maravilloso y el rocío de la mañana mantenía húmedo el suelo y las plantas. Tras coger fuerzas con un desayuno estupendo y preparar las mochilas con los bocadillos para el almuerzo, emprendimos una excursión por el sendero del Pinsapar. Este es un sendero que va desde Benamahoma hasta el pueblo de Grazalema, cruzando el bosque de pinsapos que se ubica en la cara norte de la Sierra del Pinar, donde se dan unas condiciones microclimáticas especiales en cuanto a humedad y temperatura. Recordemos que curiosamente la Sierra de Grazalema es el punto de España en el que más llueve a lo largo del año, y esto se notaba en la frondosa vegetación que hay a lo largo del sendero y en la humedad de la tierra, pese a ser un día soleado y caluroso. Antiguamente se extraía de estas montañas carbón y leña y se utilizaba este sendero para transportar la mercancía a lomos de mulas hasta los pueblos de la Sierra. El sendero está catalogado como un sendero de dificultad alta, ya que tiene una fuerte pendiente de más de 5 km que requiere de un esfuerzo físico intenso. No obstante, el recorrido fue ameno y agradable, se iban formando grupos cambiantes de muchachos y adultos en los que a veces la dureza del terreno hacía que se guardasen algunos silencios por el esfuerzo, pero en los que durante la mayoría del tiempo había conversaciones de todo tipo; a veces serias, a veces acompañadas de carcajadas, otras interesantes, otras no tanto, algunas a viva voz y algunas más íntimas y sosegadas.

Durante todo el recorrido admiramos la maravillosa creación de Allah. Vislumbrando las aves rapaces que volaban sobre nuestras cabezas y los valles, picos y montes que iban apareciendo a medida que ascendíamos. A mediodía, y tras haber ascendido durante más de 3 horas, hicimos una parada para comer, descansar un rato y comenzar el descenso de vuelta al camping. La bajada fue más fácil y rápida y llegamos a la zona de acampada sobre las 18:00h. En total caminamos 13 kilómetros.

Después del salat de magrib cocinamos la cena. Tras cenar y rezar el salat del isha nos sentamos todos en círculo para hacer algunos juegos de cooperación divertidos con el objetivo de fortalecer la confianza entre los miembros del grupo y desarrollar el razonamiento lógico, además de pasar una velada agradable.

Esa misma noche coincidió con uno de los mejores momentos para apreciar la lluvia de estrellas Oriónidas y tuvimos la suerte, antes de acostarnos, de poder contemplar de nuevo la majestuosidad de Allah, identificando en la oscuridad de la noche y alejados de la contaminación lumínica algunas de estas estrellas fugaces.

A la mañana siguiente, tras desayunar, sidi Muhammad Palleiro junto con su hijo Yasin, nos ofrecieron una introducción teórica y práctica al tiro con arco. Uno de los deportes practicados y recomendados por el profeta Muhammad (la paz sea con él). Después de esto jugamos un partido de cricket, un deporte poco conocido en España, pero muy interesante y divertido. Por último, recogimos el campamento y nos pusimos rumbo a casa. Los que iban a Sevilla partieron directamente hasta su destino. Los que volvíamos a Granada, hicimos una parada en la ciudad de Ronda para almorzar y de paso contemplar el impresionante Tajo de Ronda. Para la mayoría de los chicos era la primera vez que visitaban este lugar y quedaron muy impresionados con su belleza al pasear sobre el Puente Nuevo.

Tras esta parada cultural, reemprendimos nuestro viaje hasta llegar a la ciudad de Granada, donde concluyó esta magnífica experiencia.

El sentido de esta actividad, aparte del gran disfrute que conlleva el visitar estos lugares tan hermosos y realizar actividades interesantes, y que surge de manera natural y espontánea durante estos momentos de convivencia, es el de crear entre los jóvenes musulmanes y con los adultos que les acompañan vínculos que les hagan sentirse pertenecientes a un mismo grupo, y este grupo no es otro que el grupo de la gente que sigue al mensajero de Allah (la paz sea con él). Afianzar su identidad como musulmanes y que se sientan orgullosos de ello. Transmitir adab y cortesía, el comportamiento propio de un musulmán; generosidad, servicio, colaboración, buen trato y respeto por sus compañeros y por su entorno. También en este tipo de encuentros, surgen situaciones en las que los jóvenes se sienten libres para expresar sus dudas, inquietudes o intereses a nivel personal, social o existencial.