Ayer, en la Mezquita Mayor de Granada, celebramos uno de los días de felicidad para los musulmanes: el día en que nació el profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él).

Hablamos de la vida del mensajero de Allah y de sus nobles cualidades de carácter y de comportamiento. Escuchamos sucesos de su vida en los que se pone de manifiesto la grandeza de su persona y su exquisito trato hacia los demás.

Este tipo de narraciones tienen un gran valor para la formación de la identidad musulmana del niño, ya que en esta etapa de sus vidas los niños están, de manera natural, más receptivos a una formación espiritual. Y con ello surge en sus corazones el amor hacia Allah y Su mensajero y crece en ellos el Iman.

Días como el de ayer son momentos importantes también para que conozcamos y tomemos como referencia de orientación temporal las fechas destacadas en el calendario de los musulmanes.